lunes, 10 de noviembre de 2008

Kafka y la matemática

Franz Kafka

Muchas de las memorables piezas de Franz Kafka son variaciones de una misma idea fundamental, cuyo esquema es más o menos el siguiente: un sujeto intenta por todos los medios llegar a un sitio. El camino que conduce a ese sitio es sin embargo, inevitablemente, infinito. De manera que el sujeto siempre se aproxima, más y más a su meta, pero nunca podrá alcanzarla. Este mecanismo, simple a la vez que admirable, ha sido asimilado, por Borges, con las aporías de Zenón de Elea (véase Kafka y sus precursores).Yo quisiera proponer, sin afán de originalidad ni aires de descubrimiento, que esta invención, si bien se mira, es la expresión literaria de la asíntota, término matemático que designa una recta que se aproxima infinitamente a una curva dada, sin llegar nunca a tocarla. Debo reconocer que soy un completo lego en materia de matemática, pero la cualidad de esta recta siempre me resultó particularmente atractiva. Por otro lado, las obras de Kafka han sido catalogadas entre las parábolas, figuras retóricas que establecen un sistema de paralelismos, de correspondencias entre lo narrado en la ficción y un sector de la realidad, y que además guarda algún tipo de sentido profundo. En el caso de las parábolas de Kafka el sentido es preminentemente existencial, aunque no se deben descartar otros setidos posibles. Esta es la acepción del término parábola en retórica. La parábola según la matemática bien poco se parece a las infatigables estructuras de los relatos kafkianos. Ahora, si insistimos en barajar impunemente términos de distintas disciplinas, tendremos, como curioso resultado, que las joyas literarias de Franz Kafka son, a un tiempo, parábolas y asíntotas, o mejor aún, parábolas asintóticas, o asíntotas parabólicas.

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