viernes, 7 de noviembre de 2008

Feinmann arremete contra los blogs

Esto resulta bastante anacrónico, pues el hecho mencionado tuvo lugar hace ya varios meses, pero el tema sigue teniendo su interés. Por lo demás no vayan a pensar que abordo la cuestión recién ahora porque me tomó meses pergeñar una réplica -aunque algo de eso hay.
El filosofo José pablo Feinmann ha dicho, filosóficamente y con rostro meditabundo, la siguiente frase: “ahora cualquier pelotu… tiene un blog”. Quizás blogudo hubiera sido más atinado -sepan disculpar esa triste broma, pero no podía desaprovechar la oportunidad de desplegar todo mi ingenio.
Quiero aclarar, ante todo, que no me siento particularmente atacado porque no tengo un blog, sino un tercio de blog, así que no soy más que un tercio de pelotu… de lo que son los que tienen uno entero para ellos solitos.
Si bien no me parece que sea nada afortunado el encolerizado dictamen del filósofo, hay que decir que es cierto que hay blogs en los que las pelotu…ces abundan y se reproducen como plagas. Pero lo fundamental aquí no es qué se dice sino quién está autorizado a decir y a publicar y quién lo autoriza. Por lo visto para Feinmann los únicos que tienen o deberían tener ese privilegio son los que ostentan una prosa digna de ser leída. Ahora bien, la pregunta es quien sería el encargado de ejercer la censura de los blogs que no gozan de esa cualidad, quién debería decidir cuál prosa es digna y cuál no. Es verdad que la gramática es una disciplina normativa que hay que respetar, y que no queda librada al capricho de quien escribe. Pero también en la escritura intervienen cuestiones de estilo que son decididamente subjetivas y dependen del gusto personal. Por otro lado el blog es una nueva manera de incentivar a que los chicos y todas las personas en general escriban. También quizá, pero esto es más aventurado afirmarlo, sea una forma de que lean, pues la escritura es una forma de motivar la lectura. A escribir se aprende leyendo pero también se aprende escribiendo, (como echarán de ver, yo no he escrito mucho a lo largo de mi vida). Y sobre todo escribir es un ejercicio del pensamiento, una forma de aclarar las ideas no explicitadas en nuestra mente. Clarice Lispector, agudamente, observó que: “escribiendo la gente entiende el mundo algo mejor que no escribiendo”. Y para terminar si hay que elegir entre un medio restringido de publicación al que sólo algunos tienen acceso por el derecho que su prosa les confiere, o un medio que puede servir como instrumento de formación, dándole a todo el mundo la posibilidad y el incentivo para escribir y publicar, prefiero, sin dudar un segundo, esta última opción. Aun a pesar de las formidables cantidades de blogs desechables que permite, me inclino por el bien social que puede generar. Si deseamos un mundo abierto y sin trabas hay que pagar un precio. Al fin y al cabo si uno aborrece los blogs simplones, siempre tiene la libertad de no visitarlos.
Ahora si hablamos de los fotolog, eso, eso es otro tema.

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