miércoles, 11 de febrero de 2009

Un experimento extraño

Hace unos días vi en canal Encuentro (canal que, por otra parte, mucho recomiendo) un programa llamado la mente humana: personalidad. Entre todos los experimentos que mostraba hubo uno que me llamó mucho la atención.
Dos gemelas, cuyas personalidades eran muy semejantes, fueron sometidas a determinadas actividades a lo largo de un día, para comprobar que la personalidad depende de las circunstancias.
A la gemela 1 se le encomendó que escuchara una canción de ritmo movido, y que mirara una comedia que debía hacerla más feliz, según textuales palabras de la voz en off. Más tarde debía leer un texto del mismo tenor, algo así como la letra de color esperanza.
La gemela 2, por su parte, debió oír una canción que no le traía muy gratos recuerdos, mirar una película no muy esperanzadora, ni optimista, y leer un texto sombrío.

Hasta aquí, un experimento bastante trivial. Las canciones elegidas ya tenían la propiedad de despertar ciertas emociones específicas en cada una de las gemelas, esto se sabía de antemano. De modo tal que parece que se buscaba comprobar que la canción, llamémosla 1, que a G1 le resulta triste efectivamente la pone triste, y que la canción 2 que a G2 le parece alegre, asimismo, la pone alegre.

Con las películas el asunto es menos simple, se corría el riesgo usar una de esas horrendas comedias, que cunden en la actualidad y que lejos de hacernos más felices, nos indignan con su pésimo humor. Sin embargo dieron resultado, tuvieron el efecto esperado.
Pero lo más desconcertante vino después. Una vez oídas las músicas, vistas las películas y leídos los textos, las gemelas debían manifestar sus diferentes estados de ánimo saliendo de compras. Sí sí, no estoy bromeando, saliendo de compras.
La G1 con su buen humor logrado a base de comedias, canciones y lectura dio muestras de más seguridad al comprar, más audacia y más tendencia a derrochar, para decirlo directamente.
La G2 por su parte no se sentía segura con nada de lo que veía.
¿Qué es lo que comprobó este experimento? En realidad nada más que lo que atañe a la personalidad de los sujetos del mismo: a estas gemelas basta con ponerles una cumbia para que salgan corriendo a comprar.
A no ser que nos quieran demostrar de esa manera que cuando estamos felices compramos impulsivamente y sucumbimos a los más irracionales ataques de consumismo.
De ser así más nos vale tener los ánimos por el suelo. ¡Por suerte, como dijo Vinicius!:
"Tristeza não tem fin, felicidade sim"


"la tisteza no tiene fin, la felicidad sí"



4 comentarios:

  1. Por las dudas, antes de partir hacia algún hiperconsumo trelewense, oiremos algo de Tom Waits (el que interpreta a Rendfil en la "Drácula" de Copola). Waits, harto más recomendable que cualquier comedia, nos pondrá el ánimo por el piso, pero nos mantendrá en la góndola de la altura intelectual.

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  2. Cómo andás Letro. A Tom Waits lo tengo más de haberlo visto en películas, que por su música. No he escuchado más que dos o tres temas, bastante extraños por cierto. Consideraré tu recomendación.
    Y ya que estamos hablando de música yo te recomiendo por mi parte el grupo danés Kashmir, de quien podés oir algo en el reproductor de este blog.
    Saludos

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  3. Nos estaremos oyendo, entonces. Harto satisfactorio es para nosotros los pro-letrarios (tristes habitantes de la lejana Letrodelfia) encontrar blog como el de ustedes.

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  4. Joder, hombre, no nos vazilen, que shabemohs que nueshtro blog es una oshtia.
    Perdonen es que a veces me sale el eshpañol.
    Nos estamos hoyendo entonces.

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